domingo, 7 de abril de 2013

Refranes (V)


Vamos a ver, dijo un ciego y nunca vio. Aportación de Francisco Manuel Bueno LOBI.
Vamos pa’ Cartuja, que el que no puede, arrempuja.
    Creo que hacía alusión irónica a lo abrupto y fatigoso que era antes el camino que iba a esta finca. Cuando no había carretera y todo eran peñascos y jaras. Escrito por M. Vilches 15/09/2007 22:00
Vas a durar más que un azaón colgao. (Más si es un "azaón" con rayo). Se le dice a quien mira bien por su cuerpo. Escrito por Antonio Torres 20/09/2007 00:01
Ver menos que Pepeleches (cuando no se ve bien por problemas en la vista).
José Fernández Albusac, hijo de José y Crescencia, natural de Leganés y de profesión guardia municipal del Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid, es descrito como varón de estatura media y carácter avinagrado. Parece que tenía la mano ruda a la hora de dirimir confrontaciones callejeras, lo que le proporcionó el sobrenombre de "Pepe Leches", pues así denominaban las bofetadas las clases bajas de aquel tiempo... Su salud era buena si se exceptúa una afección de la vista conocida por "ojos tiernos", que enrojecía los párpados y hacía lagrimear los suyos, por otro lado, tremendamente miopes, no corregidos con lentes para no deshonrar el uniforme... Cuando "soltaba una leche", en expresión barriobajera, no había seguridad de que la recibiese el culpable, pero, como él decía, "ninguno es totalmente inocente cuando dos se pelean".
El guardia Fernández -"Pepe Leches"- sentía cierta inclinación a lo agropecuario, que unida a las sospechas sobre la relación de su esposa con el cabo a cuyas órdenes estaba, le indujeron a ingresar en la Guardia Civil recién creada, en la seguridad de que iría destinado a un pueblo, donde sería alguien respetado, podría criar cerdos y gallinas y estaría lejos del cabo seductor. La mundología y penetración en las altas esferas que proporciona el ejercer de guardia municipal en la Corte le aconsejaron ir directamente a la cabeza de la Benemérita y, así, aprovechando la presencia del duque de Ahumada en una fiesta benéfica donde le habían enviado para dar servicio, quiso mostrarse en toda su arrogancia, en la seguridad de que unas simples palabritas le ahorrarían los enojosos trámites requeridos para el ingreso en tan prestigioso Cuerpo. Orientado hacia el grupo en que se hallaba el duque, se acercó lanzando una ardiente soflama sobre su espíritu justiciero y abnegación patriótica, pero su escasa visión hizo que el discurso se lo dirigiera a una niña vestida de gitana, hija de los anfitriones, a quien confundió con Ahumada, que con gran regocijo presenció la escena y convenció a Fernández, con el mayor tacto, acerca de la imposibilidad de aceptarle en la Guardia Civil, que requeriría vista de lince... El guardia Fernández - "Pepe Leches" - murió años después atropellado por una carroza fúnebre cuando creía topar con su sobrina, según dedujeron los testigos del accidente, que le oyeron exclamar: "¡Pero qué bestia eres, Manuela!". En el duelo, su áspera condición se tradujo en la más absoluta falta de las alabanzas acostumbradas en tales casos... Únicamente el cabo de quien tanto sospechó se atrevió a decir: "Pobre Fernández, con la letra tan buena que tenía.
Los científicos experimentados conocemos la coincidencia en el tiempo de distintos resultados respecto a la investigación emprendida. Al poco de encontrar el folleto con la vida de Fernández recibo noticia de otro "Pepe Leches", natural de Granada y fallecido durante la guerra civil al intentar ordeñar a un toro semental de la ganadería Frías Hermanos... Por ser corto de vista desde muy niño, aprendió a desarrollar sus otros sentidos y en 1932 lo encontramos de catador de piononos en La Flor de Pinos-Puente próspera confitería de esa ciudad que durante la República disputó la fama del pionono a los clásicos de Santa Fe (quizá debamos aclarar para los legos en tal materia que el pionono, famoso dulce granadino, consta de una capa de bizcocho con crema, enrollado y posteriormente bañado - según modalidades - en almíbar, que se deja cristalizar). El apodo de "Pepe Leches" le sobrevino como consecuencia de las caídas que sufría por no querer usar gafas y el hecho de que las capas menos cultas de la sociedad andaluza llamen "darse una leche" al golpe que se recibe tras perder el equilibrio.
Viendo el chozo se ve el jabalero.
Jabalero es en realidad "habalero" ... Habalero es el guarda de las habas que normalmente tenía un chozo en el habal. De hay viene ese dicho, según era el chozo así era el guarda. Escrito por ANTONIO TORRES 25/10/2007 03:20
¡Viste un palito y verás qué bonito! (para expresar que cualquier persona o cosa, por fea que sea, cuando se adorna, resulta bonita).
Volverse todo el ajuar manteles.

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