Cerro de Santiago mío,
¡Ay, mi cerro de Santiago!
Ahí está ese cementerio,
Ese cementerio blanco;
¡qué imagen aquella imagen!,
con el ciprés asomando.
Cerro de Santiago mío
Yo te sigo recordando,
¡qué tardes aquellas tardes!
que yo en tus piedras jugando
veía trasponer el Sol
en tus piedras deslumbrando.
Cerro de Santiago mío
Con el cementerio blanco,
¡qué imagen aquella imagen!
con el ciprés asomando,
¿cómo puedo con vosotros
tan lejos, seguir soñando?
Cerro de Santiago mío,
yo nunca te he olvidado,
tantos sueños que he tenido
en tu terraplén rodando
mientras contemplaba el pueblo
a mis pies desparramado.
Cerro de Santiago mío,
¡ay, mi cerro de Santiago!
¡qué imagen aquella imagen!
con el culo enterregado
de arrastrarlo por tu tierra
mientras me iba resbalando.
Cerro de Santiago mío,
¡ay, mi cerro de Santiago!,
¡qué imagen aquella imagen!
con los chivitos saltando,
con mi padre ahí en la era,
con sus burritos trillando.
Cerro de Santiago mío,
te recuerdo con agrado
mientras evoco a mi padre
de su sudor empapado
y una leve cancioncilla
floreciéndole en los labios.
Cerro de Santiago mío,
¡cómo yo te sigo amando!
¡qué imagen aquella imagen!
con la paja yo jugando,
olor de trigo caliente
de la espiga desgranado.
Cerro de Santiago mío,
¡ay, mi cerro de Santiago!
Ahí con el cementerio,
ese cementerio blanco,
¡qué imagen aquella imagen,
con el ciprés asomando!
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